28 diciembre 2011

Misión: Imposible - Protocolo Fantasma

Tras una incursión en el Kremlin, el agente Ethan Hunt, y todo miembro de la FMI, es considerado terrorista. Hunt y su equipo tendrán entonces que seguir la pista de Kurt Hendricks, un peligroso terrorista sociópata con ínfulas mesiánicas, para no solo demostrar su inocencia, sino también para evitar una guerra nuclear a escala planetaria.

Basándose en la famosa serie emitida entre los años 1966 y 1973, el director Brian de Palma llevó a la gran pantalla, en 1996, Misión: Imposible, un thriller de argumento enrevesado y espectaculares escenas de acción; cuatro años más tarde el hongkonés John Woo fue quien se encargó de una secuela, también espectacular, pero con una trama mucho menos intrigante y elaborada (para que el público medio norteamericano lo asimilara mejor, decían) y con unas erratas de parvulario sobre la cultura española; seis años más tuvieron que transcurrir para que realizaran la tercera parte, en esta ocasión estando a la batuta el productor y realizador televisivo de culto J.J. Abrams, en el que fuera su debut cinematográfico, por lo que las expectativas eran mayúsculas, y si bien el resultado era superior a la segunda entrega (en ese aspecto Woo dejó las cosas fáciles), se quedaba un poco cojo en conjunto. Pasan otros cinco años y el hombre que aparece como cabeza de lista en las tres mencionadas producciones decide que es el momento de hacer otra entrega, para esta ocasión el director seleccionado fue nada más y nada menos que Brad Bird, prestigioso realizador de filmes de animación, tales como los maravillosos El gigante de hierro y Ratatouille, que ha conseguido realizar, posiblemente, la entrega más espectacular y trepidante de la franquicia.

Y es que ya desde el prólogo del rescate de la prisión, el ritmo y la tensión están cuidadosamente medidos, metiéndonos de lleno en la escena; posteriormente, cuando han de infiltrarse en el Kremlin, nos topamos con una de las secuencias de infiltración más singulares que recuerdo, siendo verdaderamente emocionante y divertida; tras ella los agentes son fugitivos, perseguidos y perseguidores a la vez, puesto que su objetivo no deja de moverse en pos de lograr sus ambiciones, así, de Rusia viajan a Dubai, donde están los momentos más espectaculares (impresionante esa escalada y esa carrera sobre el gigantesco rascacielos); para luego llegar a la India, donde tendrán que seducir a un playboy con el rostro del presentador de ¿Quién quiere ser millonario? de Slumdog Millionaire y acabar con una pelea contrarreloj en un sofisticado aparcamiento.

Casi toda la película es un vehículo para el lucimiento de su protagonista y productor, Tom Cruise, que cada vez que ve que su carrera pierde fuelle recurre a la saga para levantarla; no hay que negar que el que fuera El último samurái está en muy buena forma y se arriesga haciendo él mismo escenas que ponen los vellos de punta, su entrega es total y eso se nota en pantalla. El equipo que ha reunido en esta ocasión es tan heterogéneo como siempre, Jeremy Renner, actor que se dio a conocer gracias a En tierra hostil, es Brandt, un analista que esconde más de un as en la manga; Paula Patton (Precious) es la chica del grupo, una mujer hermosa (cómo no) y de armas tomar; Simon Pegg (Zombies Party, Paul) es de los pocos actores que puede decir que ha aparecido en más de una película de la saga, y en esta parte tiene un mayor protagonismo, su personaje es el que da el necesario toque de humor; Michael Nyqvist es el malo maloso de la función, seguro que lo reconoceréis por su trabajo en la trilogía original de Millenium; Tom Wilkinson (La conspiración) y el perdido Josh Holloway, tienen también sus apariciones, breves pero interesantes, así como la bella Léa Seydoux (Robin Hood), que aquí tiene un personaje frío y letal, creo reconocerla de haberla visto en anuncios de perfumes. Otro que no se pierde la función, de hecho es el único junto a Tom Cruise que no se ha perdido ninguna, es Ving Rhames, aunque su papel en esta ocasión no tiene mucha importancia que se diga. Hay algún nombre más, pero no me alargaré, salvo añadir que el equipo es consistente y carismático.

Después de tres entregas había dudas razonables de que una cuarta supliera las ganas de intriga y acción de los seguidores de la franquicia, pero por suerte Misión: Imposible - Protocolo Fantasma (Mission: Impossible – Ghost Protocol, 2011) ha superado con éxito el examen, siendo la mejor de las secuelas, y estando a la altura de la primera película. Muy recomendable.


LO MEJOR:
-Gran estreno en imagen real por parte de Brad Bird.
-Tiene un gran ritmo y es muy espectacular.
-La banda sonora de Michael Giacchino.
-La escena del Kremlin y lo que acontece en Dubai.

LO PEOR:
-Lo poco que hay de negativo se suple con lo positivo.

¿Quién debería verla?
Si te gusta los thrillers de acción, y muy especialmente si eres seguidor de la franquicia.

¿Y quién no?
Si eres detractor acérrimo de Tom Cruise.

23 diciembre 2011

El gato con botas

El gato con botas (también conocido como el amante mimoso) vaga por tierras salvajes como un forajido, robando para ganarse la vida (aunque nunca roba ni a iglesias ni a huérfanos), mientras intenta limpiar su nombre. Un buen día se entera de que las habichuelas mágicas están en poder de dos facinerosos, por lo que pronto decide ir a por ellas. Pero en su camino se topa con una gatita muy mala y un huevo con patas que tiene un plan.

Desde su aparición en Shrek 2, estaba cantado que tarde o temprano iban realizar un spin-off del personaje, ya que instantáneamente conquistó el corazón de los espectadores, gracias principalmente a la personalidad que le otorga el magnífico doblaje de Antonio Banderas. Así, El gato con botas (Puss in Boots, 2011), ha dejado de ser un secundario para ser el protagonista principal de su propia película, donde somos testigos de cómo se convirtió en... ¿leyenda?

Chris Miller, codirector de Lluvia de albóndigas y Shrek Tercero, se ha encargado de dirigir en solitario este proyecto, escrito a ocho manos ni más ni menos, del que no pocas sombras había, ya que la saga del ogro verde de donde proviene despertaba menos interés por cada nueva entrega (yo solo he visto las dos primeras, y he de decir que ninguna me entusiasmó). Por fortuna, nos hayamos ante un film que si bien no marcará un antes y un después en el mundo de la animación, sí que podría ser el inicio de otra rentable franquicia para DreamWorks, ya que ha resultado ser un trabajo muy divertido, con momentos verdaderamente buenos, como la visita del gato a la taberna, o la caída libre del castillo, donde Humpty Dumpty intenta hacer que vuele un pollo bizco. Además técnicamente también es muy resultón, los fondos están cuidados y los escenarios, aunque son desérticos la mayoría (confiriéndole un ambiente muy de western), están notablemente cuidados.

En fin, que El gato con botas es una película que, sin ser especialmente original, sí que divierte de principio a fin, gracias a un protagonista muy carismático, unos secundarios que también se hacen querer, y un desarrollo en el que priman las aventuras y el humor. No esperaba gran cosa, así que salí contento del cine.


LO MEJOR:
-El doblaje del gato protagonista, Antonio Banderas ha dado en el clavo con este personaje.
-La secuencia de la caída libre del castillo tiene momentos memorables.
-La persecución por los tejados también es muy vistosa.
-Visualmente es muy atractiva.

LO PEOR:
-Miau.

¿Quién debería verla?
Quien gustara de la saga de Shrek seguramente disfrutará especialmente.

19 diciembre 2011

La conspiración

Hacía unos añitos que Robert Redford no se ponía tras las cámaras, exactamente desde Leones por corderos, un film con un gran contenido político y con el rostro de Tom Cruise como reclamo principal. Las críticas fueron más bien tibias y el público no respondió en masa, no era precisamente una película muy comercial. Y ahora, cuatro años después, vuelve a la carga como realizador con otra obra con contenido político y una visión no excenta de crítica sobre uno de los hechos más importantes en tierras yanquis, que no fue otra que el juicio por el asesinato de Abraham Lincoln.

La conspiración (The conspirator, 2010) cuenta el juicio realizado a Mary Surrat, madre de una de las personas que conspiraron contra Lincoln. Un joven abogado, antiguo combatiente unionista en la guerra civil, será el encargado de defenderla muy a su pesar, pues desde el principio la cree culpable. No obstante, al ver las irregularidades que se cometen en la causa, empezando por el tribunal militar, pondrá un mayor ahínco para obtener justicia.

Sin duda lo que más llama la atención de La conspiración no son unos efectos especiales espectaculares, ni movimientos de cámara imposibles, sino su historia y forma (y la valentía) de contarla. El ojo de Redford es siempre certero, mostrándonos desde los prolegómenos del juicio hasta su final todos los acontecimientos sin edulcorante alguno para atraer a más público; ni aparece ondeando la bandera estadounidense gracias a un viento propicio (el típico primer plano visto tantas veces en la saga Spiderman, por ejemplo), ni hay sitio para el patriotismo barato que venden tantos filmes hollywoodienses, sino que narra una injusticia de principio a fin, y todo ello con unos personajes que se mueven en una escala de grises, nada de santos y diablos. Es esa la mayor virtud y el gran logro de esta octava película del realizador de El río de la vida, que, ciertamente, no sé cómo la habrán acogido sus patriotas conciudadanos, pero que muchos de estos deberían verla para saber un poquito más sobre su historia.

La que fuera la hermosa princesa prometida del conocido film ochentero, Robin Wright (Forrest Gump), pone su maduro y aún hermoso rostro a Mary Surrat; su trabajo, muy contenido, es impecable, el de una madre que intenta proteger a su hijo a la vez que procura salvarse a sí misma. James McAvoy, al que hemos visto en películas de acción como Wanted, y en brillantes adaptaciones de tebeos y de novelas, da vida a Frederick, un abogado con muchas dudas pero de sentido de la justicia enraizado. Secundan Tom Wilkinson (La deuda), como el senador que delegó la labor de defender a Mary; Kevin Kline (El último show), cuyo personaje está más interesado por una venganza rápida que por otra cosa; Evan Rachel Wood (Across the Universe) es Anna Surrat, la abnegada hija de la acusada; y la televisiva Alexis Bledel (Las chicas Gilmore) es la querida de Frederick. El reparto es más amplio, hay otros buenos intérpretes, como el irlandés Colm Meaney (Un ciudadano ejemplar), pero mejor dejo de nombrar para no aburrir más de la cuenta.

No es de esos films que atraen a multitudes, no viene precedida por una megacampaña de marketing, pero no cabe duda de que La conspiración es una gran película que merece mucho la pena de ver, ya que recrea unos hechos históricos más que relevantes para la historia de EEUU, y que no deja, a mí entender, en buen lugar las bases desde las cuales se ha construido el imperio estadounidense, aunque claro, pocas naciones no tienen una viga en el ojo.


LO MEJOR:
-Robin Wright y James McAvoy.
-El guión y la dirección.

LO PEOR:
-Nada.

¿Quién debería verla?
A quien guste el cine de corte clásico y de juicios disfrutará especialmente.

13 diciembre 2011

In Time

Nos encontramos en un futuro indeterminado. El hombre ha logrado manipular con éxito sus genes de tal forma que una vez cumple veinticinco años no cambia su aspecto, se mantiene joven eternamente. Solo hay un par de peros, que al cumplir dicha edad el reloj empieza a ir en tu contra, y que la moneda de cambio es el tiempo. Que quieres tomarte un café, en vez de los ochenta céntimos de ZP apoquinas cuatro minutejos, que se te apetece comprar una casa, pues eso te puede costar toda una vida, por lo que no te queda otra que pedir un préstamo y quedar a merced del banco y de las interminables jornadas laborales. Will Salas es un trabajador de veintiocho años reales que vive el día a día en Dayton, más conocido como “el gueto”, junto con su hermosa madre; una noche se encuentra con un tipo con tiempo de sobra y ganas de suicidarse, lo salva de unos matones y como compensación se entera de la verdad tras el sistema. Poco después sufre en sus carnes lo cruel e injusto del mencionado sistema, y decide tomar cartas en el asunto para hacer pagar a los culpables.

Gattaca es una de las películas que más me han impactado en mi vida, el mundo dividido en castas que describía Andrew Niccol me resultó aterrador y real, la historia simplemente fascinante. No cabe duda de que con In Time (ídem, 2011) Niccol pretendía repetir la jugada, ya que al igual que el film protagonizado por Ethan Hawke, Jude Law y Uma Thurman, nos presenta un mundo futuro, pero estéticamente muy cercano al nuestro, de hecho el diseño de los vehículos, por ejemplo, nos retrotrae a una época pasada (lo que viene a ser retrofuturismo, tan de moda últimamente). Así, tenemos una sociedad claramente diferenciada en castas, según el tiempo que posean vivirán en una zona horaria u en otra, desde la opulenta New Greenwich, hasta el gueto, la peor de todas, donde la muerte es el día a día. Es muy complicado cambiar de zona, casi imposible debido a los elevados precios de los peajes, así se aseguran que no se mezclen las clases sociales, y de que los más pobres no tengan otra que competir (o delinquir) entre ellos para sobrevivir. La idea me parece brillante, el guionista de El show de Truman y realizador de El señor de la guerra consigue trazar evidentes paralelismos entre nuestra sociedad y la de su película, donde unos pocos tienen un contador de miles de años mientras que otros apenas ganan para vivir otro día más; exactamente como ocurre en la realidad, donde unos cientos de individuos se forran a base de especular, robar y timar en los famosos “mercados”, mientras que la mayoría de la población vive asfixiada y otros muchos incluso mueren de hambre. Por desgracia, a pesar de una premisa tan suculenta, el resultado es fallido.

El desarrollo del argumento es interesante al principio, podríamos considerarlo así hasta que Salas es detenido, cuando emprende su huida ya comienza a fallar. Porque que regrese al gueto de forma tan sencilla me resultó muy poco creíble, que cuando llegue al mismo se tropiece con ciertos delincuentes me pareció notablemente extraño y, bueno, en general, muchas de las cosas que pasan después no me las acabé de creer por falta de una explicación coherente (o de una explicación a secas), y aunque alguna se intenta dar, no me convence. Otra cuestión es la evolución de los personajes, y no hablo su transformación en una especie de Robin Hood, sino más bien en su actitud en momentos puntuales, algunas frases que me desentonaron, entre otros detalles.

Hablando de los personajes, a estos le dan vida un puñado de actores, todos ellos, obviamente, bastante jóvenes. Como protagonista indiscutible tenemos al cantante y últimamente actor Justin Timberlake (Bad Teacher), al inicio me gustó más su papel que al final, pero en líneas generales desentona un poco; Amanda Seyfried es la acompañante a su pesar, hasta hace poco esta actriz de inmensos ojos solo hacía papeles en películas bastante blandas, como Mamma Mia!, pero parece que está apostando por filmes más maduros con esta participación y futuras películas, como en el biopic de Linda Lovelace, la protagonista de Garganta profunda; Cillian Murphy (Origen) es un actor todoterreno, aquí como policía del tiempo está un poco desaprovechado, pero cumple; Olivia Wilde (Cowboys & Aliens) tiene un papel pequeñito pero vital, su belleza embriaga, lástima que en el tráiler ya te destripen su destino.

De In Time no esperaba una nueva Gattaca, pero sí una obra bien realizada y, sobre todo, desarrollada, mas Andrew Niccol no ha logrado esta vez sacar todo el jugo que tenía su idea, ha rasgado apenas la superficie, se ha quedado en varias secuencias de interés y poco más, ya que los personajes no resultan atractivos, y no me refiero al físico.


LO MEJOR:
-La idea inicial y toda la crítica que se hace sobre el sistema imperante.
-Los ojos de Seyfried.
-Ese pequeño homenaje a Gattaca.

LO PEOR:
-Que sea un material desaprovechado, es una pena.
-La falta de química entre Timberlake y Seyfried.
-El tráiler, por desgracia no pude evitar verlo, destripándome con ello acontecimientos muy importantes.

¿Quién debería verla?
Si buscas un film de ciencia ficción con muy buenas ideas y un envoltorio atractivo.

La escena:
El baño de Will y Sylvia en la misma playa donde se retaron los hermanos de Gattaca.

Léela en Muchocine.net

07 diciembre 2011

Un método peligroso

David Cronenberg ha forjado un gran tándem creativo con Viggo Mortensen desde que se encontraran en la alabada Una historia de violencia, después de esa película director y actor han trabajado juntos en Promesas del este y en esta producción que nos ocupa. En Un método peligroso (A Dangerous Method, 2011) se nos narra la difícil amistad entre Sigmund Freud y Carl Jung, así como la relación del último con una de sus pacientes, Sabina Spielrein.

La mayor parte del film, sin embargo, se centra en la relación de Jung con su paciente, es el eje de la trama, y es la parte que más interesante me ha resultado, al menos cuando Spielrein todavía es paciente. Si bien el primer contacto de Jung con Freud y otros posteriores captaron por completo mi atención, no es menos cierto que durante el tercer acto (y, quizá, una porción del segundo), donde podemos ver cómo los caminos de maestro y alumno divergen cada vez más, se me hizo menos amena, podría decirse que tras la desaparición de la escena del libertino personaje de Vincent Cassel (Cisne negro), la historia que escribe Christopher Hampton basándose en un libro propio y otro de John Kerr, pierde interés.

Lo que es innegable de principio a fin es el buen trabajo de los actores y del director. Cronenberg es un realizador veterano con una variada filmografía a sus espaldas, sabe muy bien cómo llamar la atención del espectador contando lo que quiere contar y con quienes desea, empezando por el nombrado Viggo Mortensen (La carretera) que no es el protagonista de la historia y cuya primera aparición se hace esperar, pero que nos muestra a un Freud carismático; continuando por uno de los intérpretes de moda de este año, Michael Fassbender (X-Men: Primera Generación) que solo nos falta verlo anunciar sopa, y seguro que incluso así lo haría bien; Keira Knigtley (London Boulevard) es la tercera en discordia de un triangulo nada amoroso, sinceramente no sé muy bien qué pensar de su actuación, pero no hay que negar su evidente esfuerzo en insuflar credibilidad su complicado papel; la cuarta a mencionar del escueto elenco sería Sara Gadon (Detrás de las paredes), joven actriz con unos ojazos realmente hermosos, y un papel a la sombra del de Fassbender, tan a la sombra como pudo estar la mujer del famoso psicólogo.

No me ha entusiasmado Un método peligroso, es una buena película, está bien dirigida, ambientada e interpretada, pero en algún momento su desarrollo no genera mayor interés, se hace incluso un pelín larga, con varias secuencias candidatas a ser el final incluidas. Sobre todo disfrutarán de ella los seguidores del realizador canadiense.


LO MEJOR:
-El reparto.
-La dirección, la fotografía.
-Las conversaciones entre Jung y Freud.

LO PEOR:
-Pierde fuelle bien avanzada la trama.

¿Quién debería verla?
Quien guste del cine de Cronenberg, sobre todo del Cronenberg de los últimos tiempos.

02 diciembre 2011

Harry Potter y la Orden del Fénix

Rescato esta reseña que tengo medio perdida desde hace un año. Está escrita antes de ver las dos últimas películas del mago gafotas (la sexta sigo sin verla).
***
La que es la quinta entrega de la saga del niño mago, empieza con un ataque de dos Dementores a Potter en el mundo muggle, tras lo que sufre un juicio por parte del ministro de magia, quien no cree que Quien-Tu-Ya-Sabes haya vuelto, y por lo tanto incita toda una campaña de desprestigio hacia Dumbledore y el propio Harry. Además, para controlarlos, manda a Hogwarts a Dolores Umbridge donde en principio será la nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras, pero acabará por imponer un régimen dictatorial.

David Yates (quien no tenía experiencias con largometrajes, aunque sí había dirigido diversas series) fue a quien encargaron este trabajo, y lo cierto es que el realizador de las cuatro últimas películas de Harry Potter no llega a la altura de sus predecesores con esta su primera incursión en el mundo mágico de J.K. Rowling, firmando para mí la peor película de toda la franquicia (hasta donde he visto en estos momentos...), no logra dar un ritmo narrativo coherente, sino que tiene constantes altibajos, con momentos interesantes e incluso de cierta intensidad mezclados con muchos otros un tanto apáticos y faltos de chispa; además, en las escenas con las que supuestamente deberíamos emocionarnos es raro que lo consiga, y eso que ya conocemos bien a los personajes y por lo tanto les tenemos más o menos cariño. O sea, el resultado final resulta un tanto frío, y eso que el elenco sigue siendo el mismo, pero da la impresión que, o estaban cansados de meterse en los mismos personajes, o Yates no les dirigió todo lo bien que pudiera haberlo hecho, porque las interpretaciones en general son sosas, librándose quizá la multipremiada Imelda Stauton, que hace de una Umbridge del todo repelente, y que se come con patatas prácticamente al resto del reparto.

No sé si será cuestión que han comprimido excesivamente la historia, pero a Harry Potter y la Orden del Fénix (Harry Potter and the Order of the Phoenix, 2007) le falta lo que sí tenían los entregas anteriores en mayor o menor medida, no consigue como debiera que conectemos con los personajes. Aún así, como film fantástico de aventuras, es un producto que entretiene.


LO MEJOR:
-Los efectos especiales, la fotografía...

LO PEOR:
-El ritmo, notablemente fallido.
-Apenas logra emocionar.

¿Quién debería verla?
Los fans de la saga (que ya la habrán visto hace cuatro años por lo menos).

¿Y quién no?
Si no te gustaron las anteriores, ésta lo hará menos.

Leer en Muchocine.net

26 noviembre 2011

Pompoko

Isao Takahata es la parte, quizá, menos conocida y reconocida del Studio Ghibli, al menos en occidente. Fue él, junto a Hayao Miyazaki, quien fundó hace ya más de 20 años el famoso y célebre estudio, y fue él el mentor de Miyazaki, con el cual trabajó en series que han marcado la infancia de muchos de nosotros, como las muy populares Heidi y Marco o Ana de las tejas verdes; y también filmes animados ya clásicos como Hols, el príncipe del sol (también conocido como La princesa encantada). En 1994 se estrenó en las salas niponas Heisei tanuki gassen pompoko, o lo que es lo mismo, Pompoko, que es el tercer largometraje como director que realizó en el Studio Ghibli.

Quizá el hecho de que Isao Takahata sea mucho menos popular que Hayao Miyazaki se deba a que sus historias no suelen ser tan coloridas y fantasiosas como las de su antiguo alumno, puede que porque Takahata tenga cierto gusto por un cine más costumbrista (de ahí obras como Recuerdos del ayer o Mis vecinos los Yamada), y sin duda también puede influir que sus películas, aun las que tienen mucho humor o narran historias fantásticas (como es el caso que nos ocupa), son notablemente más oscuras y pesimistas que las del director de Ponyo en el acantilado, o quizá es que simplemente son más realistas. Sea cual fuere la razón o razones, es verdaderamente injusto, ya que si bien su arte no suele ser tan digestivo como el de Miyazaki (yo mismo soy fanático absoluto de éste, mientras que siempre afronto el visionado de los films de Takahata con otras expectativas), no cabe la menor duda de que estamos ante todo un maestro de la animación, que se merece todo el reconocimiento del aficionado y la crítica (suyo es uno de los mejores y más duros largometrajes animados de todos los tiempos: La tumba de las luciérnagas).

Pero bueno, dejando de lado estas reflexiones en voz alta, me pondré a comentar lo mejor que pueda esta película.

Algo esta pasando en el bosque, los humanos han traído máquinas excavadoras y sierras mecánicas, y están arrasando con todo, dejando a varias tribus de tanukis, asombrosos mapaches con el poder de transformarse, sin hogar, obligándolos a desplazarse hacia otros lugares. Pero viendo que los hombres no dejan de talar árboles y decapitar montañas para construir casas, llegan a la conclusión de que tienen que defenderse sea como sea. Para ello idean un plan para recuperar el noble arte de la transformación, puesto que hay muchos de ellos que no lo controlan. Una vez se han entrenado lo suficiente intentan boicotear las obras, atacando a los camiones y asustando a los humanos. Pero los resultados no son siempre satisfactorios, y a ello no ayuda que la mayoría de los mapaches sean unos juerguistas que de buenas a primeras se dejan llevar por el estómago y sus ganas de fiesta.

Como podéis comprobar, el argumento de Pompoko gira en torno a una constante en el cine de Ghibli: la lucha entre la naturaleza y el hombre, entre el desarrollo mal entendido y la conservación. Y es aquí que Takahata nos da una lección muy divertida, ya que, sin perder ni un momento el peculiar sentido del humor que imprime toda la cinta, nos va narrando cómo fue el desarrollo especulativo alrededor de la ciudad de Tokio, cómo acabaron con la forma de vida de campesinos, los fértiles valles y las boscosas montañas que los rodeaban. En varias escenas nos explica la voz en off cómo fue dicho desarrollo y también los motivos del mismo. Pero no, tranquilos, a pesar de estos dos o tres momentos no estamos ante un documental, esto es puro cine animado donde los tanukis son los auténticos protagonistas, donde vemos su penosa lucha contra la humanidad.

Hablando de la animación, nos encontramos ante un producto muy cuidado (como bien nos tiene acostumbrado el estudio nipón), donde destaca especialmente las transformaciones de los mapaches y muy especialmente la escena del desfile de monstruos, toda una imaginativa galería de mitos orientales (incluyendo un Totoro y Porco Rosso con su avión) y probablemente la escena más difícil de realizar de todo el largometraje, y no ya por las transformaciones, sino por todos los elementos que hay en pantalla, que van desde los más variopintos monstruos al público que observa asombrado el espectáculo. Como punto negro al respecto, indicar que parece que hay una escena justo después del desfile (si la memoria no me falla) que reutilizan animación de la primera parte del film, aunque son sólo unos segundos.

Concluyendo. Pompoko es casi con toda seguridad la película más alocada de Isao Takahata, una comedia fantástica a la que no le falta drama, con una animación de calidad, una buena banda sonora y unos protagonistas cada cual más peculiar y extravagante. Imprescindible para fans del Studio Ghibli y del cine de animación en general.


LO MEJOR:
-El sentido del humor reinante.
-El carácter de los mapaches.
-Que nos muestra de una manera clara y amena los desmanes del hombre.
-El doblaje español me parece muy acertado, Aurum está haciendo un gran trabajo a este respecto.

LO PEOR:
-El único detalle malo que le he visto es que reutilizan en una ocasión animación.
-Centrándonos en la edición del DVD, los escasos extras. Como ya pasa en la mayoría de las ediciones (aunque por lo general parece que no es tanto cuestión de Aurum como de la propia Ghibli).

¿Quién debería verla?
Por supuesto cualquier seguidor del Studio Ghibli, y del cine animado en general.

La escena:
El desfile de los monstruos, realmente impresionante, imaginativa y divertida.

La edición en DVD:
Pues se trata de una edición muy sencilla, sin apenas extras. Así que tenemos el storyboard completo de la película y los tráilers de cine y spots televisivos.

22 noviembre 2011

La canción de Ariadna, de Irene Roga

La primera obra que leí de Irene Roga fue en La Parada Magazine, una revista de cómics que duró muy pocos números (creo que logré hacerme con dos, pero hay al menos tres), y ya me llamó la atención a pesar de lo breve que era; posteriormente, aunque creo que ni me di cuenta, trabajó para la B'S Log con Ruta por Japón, cuyo guión corría a cargo, si no recuerdo mal, de Verónica Calafell. Por desgracia, con la desaparición de la revista, se quedó colgada la historia, y yo con las ganas de seguir viendo las andanzas de la protagonista, ya que de todos los contenidos creados por autores nacionales era el que más me gustaba, en gran medida gracias a los dibujos de Irene, preciosistas y de gran expresividad. A pesar de todo, cuando vi el adelanto de las obras que iban a componer la Línea Gaijin, La canción de Ariadna fue una de las que descarté, ya que a primera vista parecía shojo y yo, aunque no tengo nada en contra del manga para chicas, no soy un gran aficionado al mismo. Pero el tiempo pasó y tuve alguna conversación, con un amigo en particular, sobre la colección de autores hispanos de Glénat, y al final dichas charlas hicieron que me entrasen ganas de hacerme con la obra de Irene Roga (de hecho, hasta la fecha me he comprado todos los tomos de los gaijines). Ahora que la he terminado de leer, he de afirmar que no me arrepiento para nada de su compra.

Ariadna es la jovencísima princesa de Athamenia que está enamorada perdidamente de Órelan, príncipe de un reino vecino, Bathmos, y con el cual quiere casarse. Pero su sueño se ve truncado cuando su padre, poco después de volver a contraer matrimonio con una misteriosa mujer, le anuncia que ha llegado a un acuerdo con el rey de Phrixos para que se case con su hijo. Ariadna, en compañía de Órelan, hará todo lo posible para evitar el enlace, a la par que salvar su reino de la sombra que le amenaza.

Ya en las dos primeras páginas me había metido el cómic de Irene Roga en su bolsillo, cuando llega la escena del balcón, y el posterior momento de la madrasta, me atrapó del todo. Y es que el comienzo de La canción de Ariadna es de los que, sabiamente, captan la atención del lector y le hacen querer saber qué es lo que pasa después. Y lo que es mejor, es que tras dicho inicio, el desarrollo sigue manteniendo el interés, con picos de mayor emoción, y con un final que, aún sin ser el que tenía previsto la autora en un principio (era mucho más dramático y oscuro), me gustó igualmente y me pareció bonito.

Si respecto a la historia y su desarrollo no hay ningún pero que poner, en lo que se refiere al dibujo hay que decir lo mismo. El estilo de Irene Roga, tan cercano a Shingo Araki en esta su primera obra larga, es muy atractivo. El diseño de los personajes está trabajado, aunque sean estereotipados; los fondos, aunque no son abundantes, logran su función de ambientar la historia, mientras que el vestuario cobra especial importancia para eso mismo, cosa que alcanza con nota. Obviamente aún tiene que evolucionar y mejorar, pero si sigue así sólo podemos esperar cosas buenas de la autora andaluza.

La edición sigue la senda de la toda la Línea Gaijin. Papel de buena calidad, unas doscientas páginas en total, después del manga vienen unos extras sobre el proceso creativo del mismo y curiosidades, y tras ello la galería de autores invitados. Tiene sobrecubiertas, la portada es también muy bonita, y el precio es de 7,95 euros.

La canción de Ariadna tiene todos los ingredientes de las historias clásicas: un amor oculto, un reino malvado, una mujer pérfida, criaturas mitológicas, y aventura, mucha aventura. Todos ellos en su justa medida, bien combinados, forman un manga que se lee muy bien y te deja contento. Una compra muy recomendable, sobre todo si te gustan las historias ambientadas en la antigua Grecia.


LO MEJOR:
-El dibujo, verdaderamente bonito.
-La historia, clásica pero con algunos detalles que la hacen diferente.
-La parte inicial me resultó especialmente divertida.

LO PEOR:
-Hay un flashback un poco confuso, al menos yo no me enteré que se trataba de un recuerdo hasta que no llegó a su fin.
-Es una tontería, pero en un par de viñetas la autora se olvida dibujar un complemento a cierta diosa.

Os dejo la dedicatoria que me hizo la autora en el Expomanga pasado:


18 noviembre 2011

Melancolía

En su presentación en Cannes, Lars von Trier volvió a ser polémico y consiguió ser nombrado persona non grata para el festival, gracias a unas declaraciones que no eran malintencionadas, y que muchos medios sesgaron... Aún así, su película obtuvo una cálida acogida por parte de la crítica, y el magnífico trabajo de su protagonista, Kirsten Dunst, recompensado con el premio a la mejor actriz. Antes de eso ya había leído sobre el nuevo trabajo de Von Trier, el argumento me resultaba poderosamente sugerente y el director alguien a quien no había descubierto y del que dicen es osado aparte de un poco bocazas, hecho que conllevó anotarme Melancolía (Melancholia, 2011) en la lista de películas ineludibles.

Alexander y Justine van a casarse en una mansión, con campo de golf de 18 hoyos incluido, con un bucólico paisaje de fondo y rodeados de familiares y amigos. La aparición de Melancolía, un planeta que se ocultaba tras el Sol y cuya órbita pasará muy cercana a la Tierra, cambiará muchas cosas.

Desde luego Lars von Trier no es un cineasta más, tiene su estilo y una buena legión de seguidores y detractores, es alguien que busca generar una reacción concreta en el público y estoy seguro de que lo suele conseguir. Melancolía, a mí, me ha generado cierta fascinación, el director de Dogville ofrece imágenes poderosas durante toda la película, pero si cabe más en el prólogo, donde en diferentes escenas, a modo de cuadros, acompañadas de una música magnífica, nos anticipan hechos que posteriormente acontecerán. Tras esos minutos fascinantes (que me recordaron a la maravillosa secuencia inicial de The Fall: El sueño de Alexandria), vemos a una pareja feliz en una enorme limusina que no puede tomar una curva y es ahí donde empieza la trama propiamente dicha, donde pronto, por cierto, se pasan de las risas de los novios a los rostros de comisuras caídas, donde poco a poco se van mostrando las miserias de los personajes, ninguno de ellos se libra de la mirada crítica de la cámara. Pero lo cierto es que tantos tumbos que da la novia a lo largo de la noche de bodas (y después de esta), que acabó por tumbarme un poco a mí también, me resultó no ya lenta (que lo es), sino larga, la fascinación inicial se diluye cuando avanza la decadencia, para, eso sí, al final subir de nuevo el interés y finiquitar la función con un plano impactante y espectacular a partes iguales.

En fin, que de Melancolía se podría destacar el retrato que se hace de la sociedad, la belleza de muchas de sus secuencias y el gran reparto que une, entre otros, a nombres como el de John Hurt (Harry Potter y las Reliquias de la Muerte), Charlotte Rampling (Nunca me abandones), Kiefer Sutherland (24, Jóvenes ocultos), Charlotte Gainsbourg (La ciencia del sueño), Stellan Skarsgard (Thor) y, por supuesto, la nombrada Kirsten Dunst (Spiderman).


LO MEJOR:
-Kirsten Dunst y el resto del reparto.
-El prólogo es una combinación sublime de imágenes y música. La parte final también me resultó muy interesante.
-La dirección de Lars von Trier, con momentos de mucha belleza estética.
-La música de Mikkel Maltha.

LO PEOR:
-Se hace larga y a veces pesada.

¿Quién debería verla?
Quien guste del cine de Von Trier y películas de gran potencia visual.

¿Y quién no?
Si quieres ver una película de catástrofes al uso.

14 noviembre 2011

Verbo

Mucho tiempo llevaba oyendo hablar de Eduardo Chapero-Jackson, de sus premiados cortometrajes y de una película que iba a dirigir, y de cuyas primeras imágenes no sabía qué pensar. Pero pasaron los meses y a medida que me iba enterando de más cosas, que veía alguna imagen más o carteles, mi curiosidad por la opera prima del mencionado cortometrajista me creaba más expectativas y con ello verdaderas ganas de verla. Hasta que, al fin, me he pasado por mi cine habitual y la he degustado.

Sara es una adolescente que se siente sola en el mundo, sus padres trabajan muchas horas y apenas se habla con ellos, en clase es tratada como un bicho raro y no comprende a la gente que le rodea, no entiende por qué el mundo es como es. Solo hay una cosa que le fascina, y es Líriko, un graffitero que va dejando sus obras por las paredes del barrio, y que ella cree que son pistas para encontrarle, para una misión.

A su paso por Sitges, Verbo (ídem, 2011), ha cosechado opiniones muy dispares. Por un lado están los que se han quedado prendados por su estilo visual y forma de narrar una fábula urbana, y por otro, puede que en mayor número, están aquellos que les ha resultado insufrible, hay pocos que están en el término medio. Entiendo perfectamente a los segundos, no nos encontramos ante una película fácil, sobre todo su primera parte puede hacerse para parte del público complicada de ver, mientras que a partir de cierto acontecimiento es imprescindible meterse de lleno en el mundo que ha creado la imaginación de Chapero-Jackson, cosa que me temo no habrán conseguido los del segundo grupo. Yo soy de los primeros.

Lo más importante, creo, para disfrutar de Verbo, es tener cierto grado de paciencia ya que, como he apuntado en el anterior párrafo, la primera parte se alarga en exceso. El director se recrea más de la cuenta a la hora de hacernos ver cómo se siente Sara, el personaje protagónico, la verdad es que no se tarda mucho en ver dichos sentimientos, por lo que la historia pide un punto de giro antes de cuando acontece, aún así no quiero decir que sea media hora insufrible, pero sí que puede llegar a ser un poco pesada. No obstante, una vez que nos sumergimos en el, digamos, submundo, la acción vuelve a su cauce y la historia cobra más y más interés a medida que avanza, habiendo alguna que otra pequeña sorpresa por el camino y dejándote finalmente con una sensación de no haber visto una película más. Y si no os lo creéis, os diré que esta es la única película que he visto donde prácticamente todos los que estábamos en la sala nos quedamos hasta que acabaron los créditos.

Hay que mencionar también el reparto, cuya protagonista indiscutible es la primeriza Alba García, todo un descubrimiento de muchacha, nos creemos su personaje de adolescente perdida en un mundo insensible. La acompañan Miguel Angel Silvestre (La distancia), Verónica Echegui (El patio de mi cárcel), Najwa Nimri (Abre los ojos), Víctor Clavijo (3 días) y Macarena Gómez (Sexykiller), entre otros. Un elenco muy joven en su mayoría, y que convencen, e incluso sorprenden.

Arriesgada y atrevida, esos son los calificativos que mejor encajan con el debut en el largo de Eduardo Chapero-Jackson. Una película visualmente muy atractiva, con un desarrollo irregular al principio, pero que una vez se pone en marcha no deja de alzar el vuelo hasta un final que te deja con grandísimas sensaciones. Espero que ésta sea la primera de muchas de su director.


LO MEJOR:
-Visualmente es todo un acierto de película.
-Un joven e inspirado reparto, con la debutante Alba García a la cabeza.
-El trabajo de Chapero-Jackson en el guión y tras la cámara. Arriesgada apuesta la suya.
-La banda sonora.
-Un detalle para los otakus, es que en la habitación de Sara se pueden ver tomos de Naruto.

LO PEOR:
-Que tarda en arrancar, se puede hacer difícil el visionado de la primera parte de la película.

¿Quién debería verla?
Los que gusten de la cultura urbana (hip-hop, graffitis...) probablemente la disfruten más que la mayoría. También aquellos a los que le suelan gustar los proyectos arriesgados.

¿Y quién no?
Si esperas ver una película fantástica más.

10 noviembre 2011

Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio

Después de comprar en un mercadillo una maqueta de un barco, el intrépido reportero Tintín se queda un tanto mosqueado por el interés que ha despertado en otras personas, por lo que piensa que hay una historia ahí detrás, sospecha que se ve corroborada cuando entran en su casa unos ladrones y descubre un objeto que escondía la maqueta. Ello le llevará a indagar para descubrir el pasado del barco y de sus antiguos dueños: los Haddock.

Larga ha sido la espera, pero ya está aquí la adaptación cinematográfica del personaje creado por Hergé, y además la ha llevado a cabo el director que él quería, y que, como sabéis, tiene sobrados antecedentes como para afirmar que es uno de los mejores directores de las últimas décadas. Steven Spielberg vuelve a firmar una gran película de aventuras con Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio (The Adventures of Tintín: Secret of the Unicorn, 2011), uno de esos filmes que te dejan apenas unos minutos para tomar resuello, para luego volver a sumergirnos en más y más aventuras de sus protagonistas. Frenético es el ritmo del primer trabajo animado del realizador de A.I. Inteligencia Artificial, sobre todo a partir del momento que cambia del escenario de la ciudad y pasa a los mares, y muy especialmente cuando llegamos a las tierras desérticas, donde somos testigos de una persecución que es toda una locura. Vamos, cine de aventuras 100%, realizada con la (pen)última tecnología pero con el agradable aroma a otra época, y encima respetando el material del que procede, y a la par haciéndolo más ágil para mayor disfrute de las nuevas generaciones.

Aún así, no sé si debido a tanta acumulación de divertidos disparates, hubo ocasiones en los que me “salí” de la película, no me mantuvo enganchado todo el rato, y además me fui de la sala con la sensación de que la película había durado como más de dos horas, cuando no es así. Obviamente todas estas apreciaciones son puramente subjetivas, pudieron deberse más a mí mismo que a la película en sí, cosa que no averiguaré hasta que no la vea por segunda vez (que no será dentro de poco, vaticino).

Por cierto, como me prometí a mí mismo cuando vi el timo de las 3D de la última de Piratas del Caribe,  he degustado Las aventuras de Tintín en dicho formato, y por suerte no es un timo, sino que es muy espectacular. Pero me ha surgido una cuestión, ¿realmente el uso del 3D estereoscópico sirve siempre para sumergir más el espectador en la acción? Y mi respuesta, por sorprendente que parezca, es que no siempre es así. En este caso pienso que puede jugar en contra, ya que uno tiende a fijarse tanto en la profundidad de campo o en algún objeto saliente, que termina por perderse lo importante. Eso me ha hecho tomar la determinación de no ver más películas en 3D hasta El Hobbit o Avatar 2, aunque intentaré ser flexible según los comentarios que vaya leyendo sobre las películas que se estrenen en este formato (pienso en Prometheus o en Inmortals).

En fin, me dejo de cháchara. Si buscas aventuras, humor, misterios, unos personajes carismáticos y espectáculo a raudales, Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio es tu película, una montaña rusa de emociones, una aventura a la antigua usanza con los medios actuales, y todo un deleite para la vista.


LO MEJOR:
-La animación, los escenarios..., técnicamente es espectacular.
-Que a pesar de estar realizada con las tecnología más modernas de captura de movimiento, mantiene el aroma de las películas de aventuras de toda la vida.
-Ese homenaje a Hergé al principio del film.

LO PEOR:
-Que no logró entusiasmarme por completo.
-Que algunos estén aprovechando la calidad técnica de esta película para tirarle piedras a Robert Zemeckis. Polar Express o Beowulf podrán gustar o no, pero si no fuera por Zemeckis y el hecho de que haya pulido la técnica de captura de movimiento, ni Avatar habría sido lo que ha sido, ni Tintín hubiera lucido como luce.

¿Quién debería verla?
Si te gusta el cine de aventuras, ésta es tu película.

¿Y quién no?
¿Si odias a Tintín?

06 noviembre 2011

Eva

Alex es un reconocido ingeniero que, tras diez años de ausencia, regresa a Santa Irene para hacerse con un encargo: terminar lo que diseñó años atrás, crear una IA para un niño robot. Buscando modelos que le sirvan, se topa con Eva, la hija de su hermano David y Lana, un antiguo amor.

Ya lo he comentado en otras ocasiones, y creo que no me cansaré de repetirlo, son muchos los que se quejan del cine español, dicen que sólo se hacen películas de la Guerra Civil y dramas o comedias huecas donde la féminas enseñan chicha, y luego llegan películas como Eva (ídem, 2011) y simplemente parecen ignorarlas...

Eva es la ópera prima de Kike Maíllo, que hasta la fecha sólo había dirigido algún corto y la serie catalana Arroz pasado, y que en este, su primer largometraje, demuestra ambición y muy buen hacer. Ambición por la historia (escrita a ocho manos por Sergi Belbel, Cristina Clemente, Martí Roca y Aintza Serra), puesto si bien no es épica, el argumento, y más tratándose de un film español, es arriesgado y desde luego original por estos lares; y muy buen hacer porque su puesta en escena es elegante y tanto los personajes como los acontecimientos son creíbles, además de haber conseguido generar una atmósfera que te mantiene ahí pegado.

Mucho ayuda el reparto a convertir una buena película en muy buena, y esto es lo que hace en parte el elenco de Eva. Y si hay que empezar por alguien es por la debutante Claudia Vega, la niña que interpreta al personaje que da título al film, una chiquilla que desprende energía por los cuatro costados, que es descarada, dulce y simpática a la par que malhumorada y orgullosa, borda el papel la jovencísima actriz. El veterano Lluís Homar (Los ojos de Julia) participa con un papel secundario pero de esos que no se olvidan, su androide Max protagoniza algunos de los mejores momentos del film; a Daniel Brühl te lo encuentras en grandes producciones como Malditos bastardos, en producciones patrias como la actualmente en cartelera Intruders, o en películas como la que nos ocupa, cumple más que meritoriamente con su papel de un tipo un tanto retrotraído en su mundo particular; Alberto Amman y Marta Etura ya estuvieron casados curiosamente en Celda 211, aquí vuelven a ser pareja y, aunque Amman no tiene un papel muy grande, está menos perfilado que el de sus compañeros, mantiene el tipo, mientras que Etura, que también está en cartelera con Mientras duermes, me conquista nada más sonríe. También habría que señalar el trabajo de Anne Canovas (Amor a la italiana), como la jefa de Alex.

Vi Eva el mismo día que disfruté de Las aventuras de Tintín, y he de decir que acabó por gustarme más la obra de Kike Maíllo. Es una película sin muchos sobresaltos, sin acción, con paisajes gélidos y personajes que no dicen todo lo que sienten, y con una niña que encandila a cualquiera con su desparpajo y, aunque la sorpresa final no me sorprendió (valga la redundancia), el conjunto me dejó con gratísimas sensaciones. Merece la pena.


LO MEJOR:
-El reparto, destacando Claudia Vega, Lluís Homar, Marta Etura y Daniel Brühl.
-El trabajo de Kike Maíllo tras las cámaras.
-La ambientación, los efectos especiales, la fotografía.

LO PEOR:
-Que la gente no vaya al cine en masa a verla.

¿Quién debería de verla?
Todo el mundo.

02 noviembre 2011

Capitán Trueno y el Santo Grial

Años llevábamos esperando que trasladaran a la gran pantalla las aventuras del personaje creado por Víctor Mora y Ambrós en 1956. Juanma Bajo Ulloa lo intentó infructuosamente, posteriormente se habló que Calparsoro podría hacerse cargo del proyecto, para finalmente ser Antonio Hernández el que se llevara el héroe al agua. Para ello eligió como Capitán Trueno a Sergio Peris-Mencheta (Resident Evil: Ultratumba), con quien ya trabajó en Los Borgia, Natasha Yarovenko (Habitación en Roma) fue la seleccionada para dar vida a Sigrid, mientras que el atleta Manuel Martínez se metería en la piel de Goliat y Adrián Lamana (Cuéntame cómo pasó) en la de Crispín. Después de reunir el reparto sólo faltaban unos milloncejos de presupuesto (entre 10 y 15) y comenzar a rodar..., y, sorprendentemente, se rodó.

Ya cuando salió el teaser tráiler no pintaba bien la cosa, pero aún así yo era de los que le daban otro voto de confianza. Pero al aparecer, tiempo después, el tráiler final ya estaba claro que iba a ser un desastre, aún así, cuantas más críticas negativas leía, más curiosidad tenía por verla, por lo que acabé metido en una sala de cine para comprobar por mí mismo si era tan mala como decían o si por lo contrario era una buena adaptación. Y sí, es una mala película, pero, ¡cáspita!, al menos no se le puede negar que han intentado hacer una buena adaptación.

La aventura comienza en Palestina, donde Trueno y sus amigos participan en la Cruzada del rey Ricardo (de dicho rey hizo Sean Connery en Robin Hood, príncipe de los ladrones, sólo que aquí no sale Connery). Durante el asalto a un castillo, Trueno se topa con un viejo que tiene escondido un valioso cáliz en su celda (me pregunto cómo demonios ocultó una cosa tan grande cuando lo apresaron), el viejo le pide que lo lleve a España y busque a un caballero custodio. Posteriormente, Ricardo le pedirá al Capi, precisamente, que vaya a España para investigar sobre una misteriosa carta, y de paso que custodie a la (bella) princesa Sigrid.

La filmografía española no es lo que se dice muy amplia en lo que respecta al cine de aventuras, quizá El corazón del guerrero pueda ser considerado una muestra de ello, pero fuera parte de ese título (que no he tenido el placer de ver todavía) no me viene a la memoria ningún filme español que se adscriba al género, por lo que Capitán Trueno y el Santo Grial (ídem, 2011) era una oportunidad única para realizar una gran película de aventuras. Por desgracia, y a pesar de contar con un buen presupuesto, el intento ha resultado ser fallido, firmando Antonio Hernández una obra carente de sentido de la aventura, con unas escenas de acción por lo general muy mal rodadas, mareantes en ocasiones gracias a un montaje de planos de dos segundos, y además con un guión que tampoco es que sea una maravilla. A todo ello hay que sumarle un casting que cojea. Peris-Mencheta, aunque físicamente cumple, no se le ve convencido en su papel, a Natasha Yarovenko tampoco se le ve muy suelta; pero si hay uno que falla de pleno es Manuel Martínez, que sí, es la viva imagen del Goliat del tebeo, pero tiene muchas limitaciones como actor, y cada vez que habla (que no lo hace mucho, quizá porque el propio realizador veía las acotaciones del atleta) se nota. Para mí, el personaje más carismático es uno de los malos, interpretado por Ramón Langa.

Por si fuera poco, y una vez estrenada la película, su protagonista, a través de su cuenta en Twitter, ha despotricado contra el director así como el guionista y productor, Pau Vergara, afirmando que aún le deben dinero, además no se presentó en un evento promocional, asegurando que nadie le había avisado. Y más polémica hay que añadir a eso, ya que el actual presidente de la Academia soltó unas perlitas cuanto menos que polémicas viniendo de quien viene.

En fin, que Capitán Trueno y el Santo Grial dejará a pocos contentos (no sé qué tipo de personas le pone un 10 en Filmaffinity), uno no puede dejar de preguntarse qué han hecho con el dinero que tenían de presupuesto.


LO MEJOR:
-Los primeros 20-30 minutos son rescatables, fuera parte de ello hay algunos momentos e imágenes potentes, tal y como debería haber sido el resto de la película.
-Que Elsa Pataky no haya hecho de Sigrid.

LO PEOR:
-La mayoría de las peleas están mal rodadas y/o montadas.
-Que se ha perdido una gran oportunidad de realizar una buena película de aventuras hispanas.

¿Quién debería verla?
Los curiosos.

29 octubre 2011

Contagio

Son muchas las películas que se han hecho que versan sobre virus mortíferos: Estallido, 28 días después y su secuela, El origen del planeta de los simios, 12 monos, Soy leyenda, La invasión de los ultracuerpos (al fin y al cabo, la invasión era por esporas), The Children y muchos films más exploran desde diferentes perspectivas lo posibilidad de una pandemia que traiga el caos y la muerte a nuestra complaciente civilización. Contagio (Contagion, 2011) viene a ser el enésimo largometraje sobre el asunto, con la diferencia de que éste lo dirige un cineasta tan particular y polifacético como Steven Soderbergh, que lo mismo realiza un filme sobre el tráfico de drogas o un drama sobre una asistente legal que lucha contra una multinacional que envenena un acuífero, o sobre un grupo que decide robar un casino.

Contagio es una película que parece hecha desde un traje de aislamiento, es un trabajo realizado desde la frialdad, pensado desde un punto de vista clínico y puesto en escena para inquietar. Desde la secuencia inicial, donde se nos muestra los primeros casos de infectados, haciendo hincapié en cada objeto que tocan estos, a la última escena, que se puede ver como una crítica al sistema de producción actual, destila un alejamiento del director a la hora de contar la historia, pero a la par aumenta la verosimilitud y acerca al espectador al drama del que es testigo. Para ello Soderbergh no recurre a lo espectacular aun siendo cine catastrófico, me imagino que si hubiese sido Roland Emmerich este habría metido más de una escena de explosión y, desde luego, una multitudinaria secuencia de saqueos, en cambio aquí lo que vemos son calles desiertas repletas de basura, fríos laboratorios donde intentan cultivar el virus, gente que roba en un supermercado, un padre que aísla a su hija del mundo y mucha gente debatiéndose sobre qué hacer para proteger a los suyos.

Parece que Soderbergh es como Woody Allen, todos los actores quieren trabajar con él, porque de otro modo no se entiende que en una misma película encontremos nombres como el del Matt Damon (Más allá de la vida), Laurence Fishburne (Matrix, Apocalypse Now), Marion Cotillard (Origen), Jude Law (Gattaca, Inteligencia Artificial), Kate Winslet (Revolutionary Road, El lector), Gwyneth Paltrow (Country Strong), Josie Ho (Dream Home), Elliot Gould (American History X) entre otros muchos, conformando un reparto coral, pero cuyo mayor peso cae en los personajes de Fishburne, Damon, Winslet y Law, todos ellos además bordando sus respectivos papeles, aunque habría que precisar que el de Jude Law me ha gustado especialmente, sobre todo por su posicionamiento.

Concluyendo. Contagio es un film estudiado al milímetro, en el cual podemos ver de forma creíble no sólo el caos que podría causar (en parte ya hemos sido testigos con la gripe aviar, el mal de las vacas locas, o la más reciente crisis de los pepinos) un bichito que ni llegamos a ver con nuestros ojos, sino que además cuán ardua es la tarea de encontrar el origen de la infección, por no añadir que nos deja apreciar una vez más la fragilidad de nuestra propia existencia, y de nuestro modo de vida y de producción presentes.


LO MEJOR:
-El impresionante elenco. No sé cómo hace Soderbergh para reunir tantos rostros conocidos.
-La frialdad desde la que está contada hace que sea más realista.
-El momento cuando los médicos informan al personaje de Matt Damon sobre su pérdida.

LO PEOR:
-Una secuencia de autopsia un poco desagradable.
-Que no es crítica con las farmacéuticas, pero sí, y mucho, con los blogueros.  

¿Quién debería verla?
Si te gustan las películas que te mantienen en vilo.

¿Y quién no?
Si eres demasiado aprensivo.

25 octubre 2011

Yes we camp! Trazos para una (r)evolución, de VV.AA.

Todos conocemos el movimiento 15M, supongo que muchos (eso espero) habéis salido a la calle, al menos esos días en plena campaña electoral, para pedir una democracia participativa auténtica (entre otras muchas cosas) y no la pantomima que tenemos en la actualidad. Es un movimiento que ha tenido mucho impacto y que, aunque muchos lo quieren dar por muerto, sigue muy vivo (como ya se re-demostró el 15 de octubre), un fenómeno que ha impactado a todo el mundo en mayor o menor medida, incluido, claro está, a artistas de diversa índole.

Yes we camp! Trazos para una (r)evolución es una antología de historietas, ilustraciones y artículos de más de cuarenta autores (entre los que se cuentan Carlos Giménez, Paco Roca o Eduard Punset) sobre lo que supuso para ellos dicho movimiento, donde muestran su visión del mismo o reflexionan acerca de su evolución futura, así como del momento actual en que vivimos. En el tomo abundan los cómics críticos con el sistema, o con la represión policial y la actitud de los políticos; algunos son muy optimistas, otros sin embargo ven los años venideros muy negros; otros tantos son simples vivencias personales del autor, donde explica cómo vivió el momento. La mayoría de los artículos e historietas te dan que pensar, aunque no todos plantean pensamientos muy profundos, sí que invitan a meditar sobre la situación presente.

Al ser tantos los autores la variedad del dibujo y el estilo narrativo es muy alta, nos encontramos ante un tomo muy heterogéneo, donde hay tebeos realistas y otros caricaturescos, ora ilustraciones sórdidas, ora luminosas. Vamos, que hay tantos estilos como autores.

Dibbuks es la editorial de esta obra, una edición sin ánimo de lucro y me lo creo, ya que la edición es muy buena, encuadernada en cartoné con solapas, con papel satinado, impreso a color (aunque muchos cómics son en blanco y negro), de 128 páginas en total, y al precio de 9,50 €, lo que es un precio muy ajustado.

Yes we camp! Trazos para una (r)evolución es una antología que invita a la lectura pausada, dado los temas que toca, la gran carga emocional y reflexiva que tienen los cómics y textos que incluye, yo al menos fui incapaz de leérmelo de una vez, lo hice en varias tandas, degustando sin prisas lo que los autores cuentan. Una lectura recomendada para todos aquellos que busquen una visión caleidoscópica de un movimiento que merece la pena que tenga una larga vida.


LO MEJOR:
-La gran variedad de textos y tebeos, de visiones.
-La edición es muy buena, y el precio muy ajustado.

LO PEOR:
-Al ser “multiautoral” es una obra irregular, con algunas historias muy buenas y otras más mediocres.